La fisioterapia puede ayudar a las personas mayores a mejorar su funcionalidad así como paliar y prevenir los problemas de salud asociados con el envejecimiento, como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Desarrollar un plan de ejercicio que combine actividades variadas como el entrenamiento de fuerza, flexibilidad y equilibrio, ayuda a mantener la independencia y mejorar la calidad de vida.